martes, 17 de agosto de 2010

Hablaría...


Hablaría del rumor que resquebraja la monotonía del agua cuando golpea bruscamente unos hombros cansados de acarrear el paso del tiempo, de los ojillos inundados en legañas que no se atrevieron a saludar al mundo y de la mosca que no aprendió a esquivar a tiempo los manotazos. Hablaría de la soledad de una manzana que cayó del árbol, sin haber elegido su muerte, de los enredos y marañas que una modelo ahoga en las cloacas con un simple tirar de la cadena, o del olor de las colillas recién apagadas en un cenicero repleto de cenizas de vidas ajenas. Hablaría del sonsonete de los pasos que se oyen a la espalda, de cuando se funde una bombilla cansada de alumbrar y que no veamos nada e, incluso, de cuando al arrancar una flor no le damos opción a despedirse.

Hablaría del repiqueteo de las copas en un brindis o de las lágrimas que suscitan las cebollas, hablaría del conformismo y a su vez, valor, de las pinzas que sujetan prendas de ropa a metros de distancia del suelo… sin permitirse sufrir vértigo. Y así sería como hablaría demasiado de todo aquello que nadie catalogó como poesía por falta de etiquetas.

2 comentarios:

  1. és orgàsmic
    cada frase qe llegia volia copiar-la per enganxarte-la i dir-te: aquesta és genial! però t'haure d'enganxar tot el text! et juro qe ho he pensat mil cops totes aquestes coses i més, però tu ho expreses genialment :)

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